Por Denny Amiga
Desde que comenzó mi interés por la arquitectura, siempre he estado fascinado por la intersección entre la tradición clásica y la modernidad. Sin embargo, fue el Nuevo Formalismo, o "New Formalism", lo que realmente capturó mi corazón. Permítanme compartir con ustedes mi profundo enamoramiento con este estilo arquitectónico.
Lo que me atrae del Nuevo Formalismo es su capacidad para rescatar la elegancia y el orden de la arquitectura clásica, y adaptarlos al contexto contemporáneo. Cada vez que veo un edificio diseñado en este estilo, siento una conexión instantánea, como si estuviera frente a una obra de arte que trasciende el tiempo.
La influencia clásica en el Nuevo Formalismo es palpable. Los elementos arquitectónicos como las columnas, los frontones y los arcos se presentan con una gracia y una proporción que evocan la grandeza de la antigua Grecia y Roma. Pero no es solo la forma lo que me cautiva; es la sensación de orden, simetría y armonía que estos elementos aportan a los espacios.
Algunos podrían argumentar que el Nuevo Formalismo es un intento de revivir el pasado en una era moderna. Sin embargo, yo lo veo como una celebración de la continuidad y la evolución en la arquitectura. Es una manifestación del deseo humano de conectarse con la tradición mientras se abraza el futuro.
Lo que realmente me emociona del Nuevo Formalismo es su versatilidad. Aunque se inspira en la arquitectura clásica, tiene la flexibilidad de adaptarse a diferentes contextos y funciones. Ya sea un edificio gubernamental majestuoso o un espacio comercial elegante, el Nuevo Formalismo tiene la capacidad de infundir cada proyecto con una sensación de dignidad y significado.
En conclusión, el Nuevo Formalismo no es solo un estilo arquitectónico para mí; es una pasión, un romance con la belleza, la elegancia y la historia. Cada vez que tengo la oportunidad de trabajar en un proyecto inspirado en este estilo, siento una emoción indescriptible, una conexión con los maestros arquitectos del pasado y una esperanza para el futuro de la arquitectura.
Así que aquí estoy, declarando mi amor por el Nuevo Formalismo. Es un amor que solo crece con el tiempo, alimentado por la admiración por su estética atemporal y su profundo respeto por la tradición. Y mientras continúo mi viaje en el mundo de la arquitectura, llevo conmigo este amor, esperando compartirlo con otros y contribuir al legado del Nuevo Formalismo en nuestro tiempo.