En progreso se encuentra el Aeropuerto Internacional de Tulum, concebido como respuesta al exceso de tráfico aéreo en Cancún. La construcción de esta infraestructura se encuentra en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y su administración quedará bajo la responsabilidad del conglomerado estatal Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, S.A. de C.V.
Conforme a la administración federal, se anticipa que este aeropuerto entre en funcionamiento en 2024, antes de la conclusión del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador. Su capacidad proyectada permitirá la atención de aproximadamente 5.5 millones de pasajeros anualmente, con una primera fase que englobará hasta 32,000 operaciones aéreas al año.
La plataforma de esta terminal contendrá 13 puntos de aterrizaje para vuelos comerciales, tanto nacionales como internacionales. Además, se dispondrá de una plataforma suplementaria para aviación general y ejecutiva, que dispondrá de 28 posiciones. Un hangar de resguardo con 12 posiciones adicionales para aeronaves ejecutivas también formará parte del conjunto.
Gustavo Vallejo, ingeniero residente de la Dirección General de Ingenieros de la Sedena, comentó: "Este proyecto tiene la intención de satisfacer la creciente demanda de pasajeros que visitan este atractivo turístico en el sur de la Riviera Maya. Su infraestructura y potencial operativo lo califican en la categoría 4 ECO de aeropuertos, lo que significa que podrá recibir y despachar todas las aeronaves que operan en nuestro país".
Según las estimaciones de la Defensa Nacional, aproximadamente el 75% de los 5.5 millones de pasajeros anuales que se esperan en el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto de Tulum serán extranjeros.
En un terreno de mil 500 hectáreas, este complejo aeroportuario se erigirá con una pista de aterrizaje de 3,700 metros, complementada con sistemas de aterrizaje por instrumentos de categoría uno y avanzadas ayudas a la navegación.
La torre de control de tráfico aéreo, la terminal de combustibles y la zona de servicios aeroportuarios, que incorporará plantas de agua potable y tratamientos de aguas residuales, así como una instalación para la aviación ejecutiva y una base de operaciones fija (FBO), también formarán parte de las instalaciones.
Este nuevo aeropuerto se integrará vialmente con la carretera federal 307, lo que impulsará la formación de un entorno aeroportuario, rediseñará el paisaje urbano de Tulum y abrirá la puerta a un corredor comercial y de servicios de 10.5 kilómetros. Además, contará con una conexión directa al Tren Maya a través de una estación de pasajeros.
La Sedena explicó: "Este aeropuerto contará con una extensa gama de servicios aeroportuarios, además de una base aérea militar polivalente para reforzar la seguridad y supervisión del espacio aéreo nacional, brindar asistencia a la población en situaciones de desastre y enfrentar incendios forestales".